Con las tareas de cosecha de soja y maíz en el hemisferio norte avanzando a buen ritmo, los operadores centran sus miradas en la siembra de ambos cultivos en el hemisferio sur, siendo la prima climática la principal jugadora en estos meses hasta tanto se vayan definiendo los niveles de producción. En el caso de la soja, la producción estadounidense va camino a un nuevo récord, y el aumento en el área sembrada en Brasil genera ciertas reservas en cuanto a las posibilidades de incrementos en el precio. Argentina, tercera productora mundial, tendrá por segundo año consecutivo una menor área sembrada. Las oportunidades en el mercado local podrían ser generadas por la fuerte demanda de la industria para procesamiento y exportación. En maíz, la esperanza de mayores precios proviene de la demanda mundial, debido a que el consumo superará a la oferta por primera vez en ocho años. Al igual que con la soja, la evolución y desempeño del cultivo en Argentina y Brasil serán los determinantes para variaciones en los precios. En trigo, si bien el consumo es récord, los excelentes niveles de producción generan una situación de relativa calma en el mercado. A nivel local, la producción récord de 18,4 millones de toneladas está comenzando a materializarse con el avance de la cosecha de los primeros lotes en el norte y centro del país. El ingreso del trigo nuevo podría deprimir los precios en el próximo mes conforme se acelere el ritmo de recolección.