La producción brasilera de soja es la estrella de la campaña, con un volumen de 108 millones de toneladas marca un nuevo récord. En conjunto con la producción argentina, cuyas estimaciones volvieron a aumentar luego de los recortes del mes previo, la oferta sudamericana actúa como un freno a un posible incremento en el precio de la oleaginosa. Si bien las importaciones chinas continúan en niveles elevados, la oferta va un paso adelante y no deja margen para presiones sobre los valores del poroto. Para maíz, Sudamérica sigue siendo el protagonista, debido a que para Argentina y Brasil se esperan las cosechas más altas de la historia, las cuales entrarán a partir de las próximas semanas al mercado mundial, impactando de manera negativa sobre los precios. En relación a trigo, más allá de la menor área sembrada en la historia de los Estados Unidos, se espera la mayor cosecha a nivel mundial con más de 750 millones de toneladas. Argentina obtuvo un volumen de producción de 18,4 millones de toneladas, generando un gran saldo exportable que le permite recuperar el mercado brasilero y llegar a nuevos mercados de rápido crecimiento como África y Asia. Si bien los precios no tienen incentivos a la suba, el productor argentino puede encontrar alguna oportunidad en términos de calidad. Sumado a los fundamentos productivos, la apreciación del peso frente al dólar le jugó una mala pasada a las cotizaciones en pesos de los granos en el mercado disponible, ya que registraron caídas en el último mes.